Es importante iniciar este análisis asumiendo la crítica y autocritica como herramientas fundamentales para nuestro papel transformador de la realidad, cargada de explotación, miseria e incoherencias.
El día viernes 09 de diciembre del pasado año 2011, se púbico un artículo de opinión en el diario “El Correo del Orinoco”, pagina 12, y quien lo escribe es Mariadela Villanueva, el articulo tiene por nombre “Contradicciones Bobas”.
Ella inicia su comentario describiendo lo sucedido en la Cumbre de América Latina y el Caribe, celebrada en Caracas, Venezuela. Luego con la excusa de querer pasar de un argumento a otro, habla de la voluntad política de poner a un lado sus intereses particulares y sobreponer las contradicciones existentes entre naciones para el nacimiento de este organismo, para luego hablar de unas supuestas contradicciones internas que califica de “bobas”. Dichas contradicciones se refieren a las decisiones tomadas por el ministerio del poder popular para la energía eléctrica, y su responsable el doctor Alí Rodríguez Araque, esto referido al racionamiento de LUZ.
Es muy mal visto, tratar de vender como buen artículo, lo que escribe iniciando el texto, sobre una noticia de esa envergadura, para luego enfocar el tema del racionamiento eléctrico tan sucintamente que permite entender su visión panfletera que desinforma a la población. No es una contradicción burocrática las medidas del gobierno nacional para el racionamiento eléctrico, no es una bobería el que la población tenga que soportar algunas horas sin LUZ.
Representa una política de utilización adecuado de los recursos energéticos, sobre todo para la concientización de la población, que la mala utilización de los recursos ambientales produce grandes impactos en la sociedad, por tanto el mensaje debe ser de reflexión en el que todo lo que sucede es resultado de las decisiones del pasado y que en ese sentido, es importante crear una cultura de racionamiento y no de malgasto, en el que el gobierno nacional busca resolver situación concretas como la no inversión en el sector eléctrico por los gobiernos anteriores y la falta de una cultura de adecuado utilizamiento de los recursos energéticos naturales.
De igual forma, existen otros actores en el estado Zulia que parten de una postura sobre el poder que considero equivocada, ya que cuando analizamos sus comportamientos nos damos cuenta que sostienen la necesidad de tener un alto cargo publico para empezar a trabajar por el estado.
En el Estado Zulia tenemos muchos actores políticos y sociales que piensan de esa forma equivocada, algunos ya han estado en la Asamblea Nacional como diputados y nunca se les vio por las comunidades donde fueron electos y electas, por supuesto porque no sienten ningún compromiso con esas comunidades sino con la maquinaria electoral del PSUV, esos diputados y diputadas ahora sin cargos públicos se apropian de un discurso vacio para tratar de justificar su ambición por otro cargo. Lo y la hemos visto por los medios de comunicación regional alardeando de buenos y buenas gerentes y buscando más popularidad a través de salir más por dichos medios, para auto nombrarse posibles candidatos y candidatas.
Así es el caso de algunos y algunas personalidades, ya que son realmente personalidades por su inutilidad y olvido de las comunidades a las que dicen representar, en el que ya están asomando dentro de sus círculos políticos sus aspiraciones a la Alcaldía de Maracaibo.
Estos casos representan perspectivas equivocadas de lo que realmente debe ser el comportamiento y la visión de un verdadero revolucionario. El verdadero revolucionario participa en el proceso de transformación de la realidad desde sus propias condiciones, con los recursos que tiene a su disposición y busca un cargo de elección popular para darle continuidad al trabajo, para impedir que los tramites burocráticos ahoguen la iniciativa de las comunidades, el poder no emana de las instituciones públicas sino del trabajo y el discurso que traen como consecuencias la legitimidad ante los votantes.
Así que quien desea un cargo público para supuestamente hacer algo por las comunidades esta suponiendo que el poder surge de la administración pública y no del pueblo. No podemos seguir teniendo visiones cortoplacistas, inmediatistas. Nuestro nivel de interpretación de la realidad debe, a partir de la crítica y autocritica, profundizar hasta las raíces (radicalismo).
